sábado, 7 de febrero de 2009

LOS EQUIPOS DE TRABAJO: UNA PRÁCTICA BASADA EN LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO

Autor:
García Fernández, Francisco
Cordero Borjas, Ana Emilia

La llamada “sociedad del conocimiento”, enunciada por Drucker, se compone de un conjunto de información, inteligencia y experiencia práctica que, adecuadamente gestionado, constituye la base de las cualidades diferenciadoras de las organizaciones de hoy. Por tanto, la posibilidad de no sólo adquirir información sino de transformarla en conocimiento para compartirlo e integrarlo a las prácticas cotidianas de la organización, constituye la capacidad organizativa más importante para enfrentar el entorno que caracteriza la dinámica organizacional. Los esfuerzos organizativos que permiten gestionar los procesos y actividades asociadas al conocimiento se ha denominado “gestión del conocimiento”.

Existen dos soportes básicos del conocimiento:
a)Los recursos humanos que intervienen en los procesos de producción o de soporte organizacional (formación, capacidades, cualidades personales, entre otros).
b)La información manejada en dichos procesos, que capacita a estas personas a incrementar su formación o habilidades para el desarrollo de sus tareas.

En la medida que la estructura organizacional facilite la sincronía entre persona e información, se creará un entorno de conocimiento. Este es uno de los objetivos esenciales de la GC.

Los equipos de trabajo (ET) se presentan con una forma organizativa favorecedora para gestionar el conocimiento dentro de una organización, en ellos se distribuye el trabajo con base en las competencias, existe un alto nivel de compromiso de cada integrante, se estimula el desarrollo de nuevas competencias y experiencias de aprendizaje, y la autoevaluación es indispensable para garantizar el aprovechamiento de la masa de conocimiento acumulado presente en la organización.

Este artículo analiza la relación que existe entre la GC como estrategia de las organizaciones y los ET.

Gestión del conocimiento y estrategia
En una economía donde lo único cierto es la inestabilidad, el conocimiento es una fuente segura de ventaja competitiva sostenible. Se considera la GC como un proceso secuencial, compuesto por distintas actividades y subprocesos que se resumen en la generación u obtención, almacenamiento y transferencia y la utilización del conocimiento.

Desde una perspectiva de GC, las empresas construyen sistemas que le permitan almacenar
y distribuir el conocimiento reutilizable de la empresa, e independientemente de la formalidad y complejidad de dichos sistemas, al acceder a él pueden ocurrir tres fenómenos:
a) Que el trabajador tenga acceso al conocimiento que necesita.
b) Que la organización no contenga el conocimiento que demanda, pero le indique la persona con la que debe contactar dentro de la empresa para acceder a ese conocimiento.
c) Que la organización no contenga el conocimiento requerido ni tampoco es capaz de mostrar qué empleado puede poseerlo.
En cualquiera de los tres casos descritos, el proceso de GC contempla tres subprocesos fundamentales que diferentes autores denominan según su modelo propuesto.

A continuación se examinan los subprocesos de la GC, según las consideraciones de López
y Meroño (2004), y de Carrillo (2000) quien incorpora el subproceso de la transferencia:
a) La generación de conocimiento, que se define como el proceso mediante el cual la empresa obtiene conocimiento del exterior de la compañía o lo genera internamente. El objetivo es obtener un conocimiento nuevo y mejor que permita aumentar la competitividad de la organización.
b) El almacenaje que consiste en la construcción del llamado sistema de GC en la organización. Almacenar el conocimiento en el sistema de GC supone codificar y mantener el conocimiento.
c) La transferencia de conocimiento puede ser considerada como el subproceso en el que la ciencia y tecnología son difundidas mediante relaciones entre personas que interactúan.
d) La utilización del conocimiento se refiere a su aplicación a los procesos internos que desarrolla la organización, así como a los productos y servicios que ofrece para mejorar su desempeño. Esta fase del proceso de GC es la que permite a la organización alcanzar una ventaja competitiva sostenible.

Ahora bien, diseñar y aplicar exitosamente un modelo de GC dentro de una organización implica la vinculación de dicho modelo a la visión estratégica para contribuir así al logro de los objetivos, crear valor de negocio y generar una ventaja competitiva (Corrêa da Silva y Agustí-Cullel, 2003). Las actividades de generación, transferencia, almacenaje y utilización de conocimiento, deben vincularse directamente a los principios estratégicos como la misión, visión, valores organizacionales y objetivos globales, pues esta vinculación garantizará la generación de valor a la organización.

Los equipos de trabajo: instrumentos para gestión del conocimiento
La formación de ET está directamente relacionada con la misma esencia del GC: la necesidad de compartir conocimientos y colaborar entre los empleados de una organización para potenciar el resultado final.

Franco y Velázquez (2000) reconocen que uno de los mecanismos más poderosos de intermediación y de GC se encuentra en los espacios de intercambio donde operan las redes sociales. Por su parte, Nonaka y Takeuchi (1995) distinguen dos tipos de conocimiento: el explícito, que puede ser estructurado, almacenado y distribuido, y el tácito, que forma parte de las experiencias de aprendizaje personales de cada individuo y que, por tanto, resulta sumamente complicado, si no imposible, de estructurar, almacenar en repositorios y distribuir. Un ET, según Katzenbach y Smith
(1995:52) “es un número pequeño de personas con habilidades complementarias que están comprometidas con un propósito común, con metas de desempeño y con una propuesta por la que se consideran mutuamente responsables”.

Los grupos de trabajo se caracterizan por tener un desempeño promedio, ya que sin considerar la sinergia como eje fundamental de su rutina grupal, están orientados al logro del objetivo, por tanto, su eficacia es pocas veces cuestionada. Los grupos de trabajo se caracterizan por tener un desempeño promedio, ya que sin considerar la sinergia como eje fundamental de su rutina grupal, están orientados al logro del objetivo, por tanto, su eficacia es pocas veces cuestionada.

A modo de conclusión, los subprocesos de GC están visualizados de manera recursiva y hologramática, lo que conlleva a una estructura en espiral de constante retroalimentación, donde los ET juegan un papel primordial a la hora de generar colectivamente conocimiento y poder así almacenarlo en documentos o bases de datos que faciliten su transferencia y posterior utilización. En esto se conjugan las habilidades de los integrantes del ET, la asunción de responsabilidades en pro de las metas establecidas y un compromiso no sólo individual sino colectivo que soporte la GC y así aproximar la organización a sus beneficios.

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